lunes, 11 de noviembre de 2013

Un paseo de otoño

Un paseo de otoño, más o menos como el de todos los días. Aunque unos pueden ser más soleados que otros, al igual que más o menos fríos, dado la estación en que estamos.
Aquí tan solo dejo una muestra del corto recorrido por los alrededores del pueblo, el parque, la Ribera de Entrepeñas y caminos por la ladera del cerro Alto San Julián.
La mañana estaba agradable, soleada y con un viento suave, tanto por temperatura como en fuerza o velocidad, que no lograba hacer desapacible el paseo.

El color amarillo, de los árboles caducifolios, resalta sobre el de los pinos y otros árboles, que aun conservan el verdor como color predominante en sus ramajes, dando una belleza extra a la suya, que ya de por sí hace este entorno maravilloso.

Tampoco faltaron las estelas en el cielo, dibujadas por el calor despedido por los reactores de los aviones a gran altura, formándose vapor al entrar en contacto con la fría atmósfera de allá arriba.

Estas estelas se quedan en suspensión por un tiempo, siempre y cuando no haya corrientes de aire en las alturas, logran entramados dibujos que a veces dan apariencia de mallas.

Otras veces las líneas logran figuras geométricas perfectas, en tanto no haya alguna corriente de aire que las disperse. Si la hubiera, como muchas veces sucede, la línea que sigue a la aeronave apenas queda dibujada un instante.

En otras ocasiones, cuando las estelas permanecen horas en el espacio, las corrientes logran formar figuras con el vapor y en otras logran hacerlo desaparecer totalmente, cuando aquellas llevan más fuerza, más velocidad.

Cuando se tiene a las líneas de frente, o por encima y el sol queda a nuestra espalda, es fácil fotografiarlas. Pero cuando quedan ambos enfrente y no se tiene un filtro apropiado para el objetivo, las fotos quedan algo opacas, sin el color azul del cielo y el blanco del vapor o las nubles nítidos, dando apariencia de nocturnidad a las fotos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario